martes, 20 de marzo de 2012

Varios - 1995 - Habana Oculta


Varios - 1995 - Habana Oculta

Lamentablemente, el desinterés que en los años 80 la EGREM manifestó por ciertas zonas de la producción musical cubana de por entonces, como la llevada a cabo por los representantes de la segunda generación de la Nueva Trova o por aquellos que protagonizaron el despertar del rock nacional, resultó algo que se traspoló a los sellos discográficos que fueron apareciendo entre nosotros a partir de los comienzos del siguiente decenio.

Por lo anterior hay que agradecerles a los españoles de Nube Negra que hayan puesto sus ojos en un núcleo de jóvenes cantautores que, a partir de que irrumpieran en la escena local como protagonistas de la hoy renombrada peña de 13 y 8, trajeron un aire renovador a la cancionística nacional. Justo es reconocer que en tal decisión mucho tuvo que ver el criterio de Gema Corredera y Pável Urquiza, que desde su labor como productores en la mencionada disquera madrileña, formularon la propuesta de acometer un CD como este que, a 15 años de haber sido realizado, todavía sorprende por la vigencia y actualidad de su discurso musical.

Grabado durante el mes de agosto de 1995 en unos improvisados estudios denominados El Cuero, Habana oculta recoge 16 cortes que testimonian ocho disímiles maneras de asumir eso que en la actualidad se reconoce como Canción Cubana Contemporánea, pero que al propio tiempo resultan complementarias y marcadas por una misma intención; es decir, abrirse -siempre desde nuestras raíces- a otros modos de expresar el arte sonoro de nuestro tiempo.

A tenor con dicho principio, nos hallamos ante un puñado de canciones cuyo signo predominante va a ser el de la asimilación de diversas influencias, aunque también vale reconocer que el rock actúa como columna vertebral en la mayoría de los cortes del álbum, con claras reminiscencias del rock argentino y del grunge de Seattle (de uno u otro modo, la huella de Charly García y de Nirvana se hace visible a lo largo de toda la grabación).

En ningún caso, lo afirmado con anterioridad significa que Habana oculta tenga que verse como un disco de rock, porque el espectro musical de los creadores compilados en la producción resulta muy amplio. Así, podemos encontrar un estilo de canción en la que el folk y el son conviven en perfecta unión, como sucede en el quehacer de Pepe del Valle; una propuesta que encaja a la perfección en los parámetros de hibridación musical, como ocurre con el dúo Superávit; el legado de la música brasileña en las piezas de Andy Villalón; el encanto de las melodías de una figura como Carlos Santos; el eclecticismo de Luis Alberto Barbería, en el que los aires afrocubanos adquieren una dimensión mucho más universal; el rock de inspiración latina y aproximación "callejera" traslúcido en los temas de Boris Larramendi y el grupo Debajo; el grunge ligado a la clave cubana que proyecta Kelvis Ochoa con su grupo de aquellos lejanos días, la banda Cuatro Gatos o el lenguaje puro del rock que se da en la obra de José Luis Medina.

En este CD, igualmente se destaca la intervención de un numeroso grupo de músicos, todos de primera línea y que hacen lo suyo para el destaque del material. Entre ellos cabría mencionar a los guitarristas Jorge Luis Valdés (Chicoy) y Norberto Rodríguez, los tecladistas José Ramón Mestre y Ossiel Fleitas (encargados además de varios arreglos en el fonograma), el violinista Pedro Pablo Pedroso y los bateristas Jimmy Branly, Fernando Fabier y Dafnis Prieto, así como las voces de Gema y Pável en los coros. Con una nómina tan excelente de instrumentistas, es una pena que la mezcla no haya tenido un mejor resultado. Por dicha razón, en varios cortes de la grabación se añora una mayor presencia en el volumen de la guitarra de Norberto Rodríguez.

Empero, al margen de sus deficiencias, lo importante es que la salida al mercado de Habana oculta marcó la irrupción en el ambiente sonoro local de un grupo de creadores que, herederos de lo que un día fue la Nueva Trova, en materia musical representan el espíritu apropiativo de que siempre ha hecho gala el arte nacional.

A 15 años de haber sido grabado y editado este disco, volverlo a escuchar en el presente hace afirmar que el árbol de la cubanía crece desde sus raíces, pero para nada permanece estático y que, como dice José Luis Medina en una de las más logradas piezas del álbum, ¡está este ritmo sabroso!
Temas

01. Guaguancó para Daniela (Luis Alberto Barbería)
03. Con tanta presión (Pepe del Valle)
04. Lucía (Pepe del Valle)
05. Paula (Carlos Santos)
06. Extraño azul (Carlos Santos)
07. Enfermeraaa! (Boris Larramendi y Debajo)
08. El sabor del fin (Boris Larramendi y Debajo)
09. Bolero (Superávit)
10. En la distancia (Superávit)
11. La cara de mi suerte (Andy Villalón)
12. Buscando un corazón (Andy Villalón)
13. Para dar a luz (Kelvis Ochoa y 4 Gatos)
14. Gulliver (Kelvis Ochoa y 4 Gatos)
15. Quién pedirá (José Luis Medina)
16. Ritmo sabroso (José Luis Medina)

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