Víctor Manuel - 1988 - Qué te puedo dar
Ancrugon – Marzo 2011-
A veces los espejos se vuelven opacos y no reflejan lo que realmente se muestra ante ellos… o los opacos son nuestros ojos que se niegan a ver lo que es evidente… El amor con frecuencia nos vuelve ciegos y, sobre todo, el amor de una madre... Es difícil darse cuenta de la realidad cuando hemos creado visiones ideales de las personas que amamos y, sobre todo, si se trata de un hijo...
Víctor Manuel, el cantautor símbolo de las libertades en la época de la transición democrática española, junto a otros muchos, presenta un problema intemporal en esta canción: la destrucción a causa de la droga.
No se arruina únicamente una vida, sino que se van derrumbando las ilusiones, despreciando todo sacrificio; se van derribando todas las esperanzas, anulando toda personalidad; se va demoliendo la dignidad, dañando completamente cualquier atisbo de fe… y. al final, lo único que queda es el amor, el amor de una madre que está por encima de cualquier otro tipo de amor, porque no es egoísta y es capaz de la entrega suprema y más absoluta y experto en las mayores inmolaciones, aunque con ello se arranque el propio corazón.
La solución que esta madre da al problema de su hijo no será, seguramente, políticamente correcta, y no digamos desde el punto de vista de las iglesias y confesiones, pero nadie puede negar que es un gesto supremo de amor ante una situación donde ya no hay vuelta atrás.
La madre
(Víctor Manuel)
Nada que ver con la común historia,
nadie me quiere y todas esas cosas.
Ella fregaba suelos, nunca se compró ropa,
por darle un buen colegio multiplicó las sobras.
Cuál sería el instante, quién le enseñó estas cosas
cuando probó la muerte y amaneció entre sombras.
Qué te puedo dar, que no me sufras
qué te puedo dar, que no te hundas
Que no vea en tus ojos reflejos de cristal
que me mata tu angustia, que me puede tu mal
Qué te puedo dar.
Quiso ayudarle, sin saber ni cómo
y aunque no pudo, fue vendiendo todo.
Pero todo era poco para un saco sin fondo.
Un golpe a una farmacia, algún pequeño robo.
Ya de vuelta en la casa del hospital sabía
que más pronto que tarde la herida se abriría.
Qué te puedo dar, que no me sufras
qué te puedo dar, que no te hundas
Que no vea en tus ojos reflejos de cristal
que me mata tu angustia, que me puede tu mal
Qué te puedo dar.
Con la prudencia que dá la locura
buscó los datos, aclaró sus dudas.
Cun un último esfuerzo, le compró la más pura
y al mirarle a los ojos, se le borró entre bruma.
Él creyó que soñaba en el fugaz instante
en que acabó su tiempo abrazado a la madre.
Qué te puedo dar, que no me sufras
qué te puedo dar, que no te hundas
Que no vea en tus ojos reflejos de cristal
que me mata tu angustia, que me puede tu mal
Qué te puedo dar.
Qué te puedo dar, que no me sufras
qué te puedo dar, que no te hundas
Que no vea en tus ojos reflejos de cristal
que me mata tu angustia, que me puede tu mal
Qué te puedo dar.
La Madre es un trabajo aparecido en el álbum “Qué te puedo dar” lanzado al mercado por Víctor Manuel en 1988, siendo este el vigésimo primer larga duración de su extensa producción.
Temas01. Por la luz de tus labios
02. Soledad y el rata
03. Como los monos de Gibraltar
04. Como era el vals que bailamos en Viena
05. Y tú buscando a una mujer
06. Quién fuera espuma de plata
07. La madre
08. Un hombre despierta
09. Tritón
10. Yo tuve un gran caballo de cartón
11. Si un día miras a los ojos de la patria
12. Mujer de calama
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