Varios - 1980 - Concurso Adolfo Guzmán de Música Cubana Vol. 1
Adolfo Guzmán: Figura principal de la cancionística cubana
Por: Rolando Álvarez Estévez
Entre los grandes de la música cubana de todos los tiempos, como pianista, compositor y director de orquesta, debe siempre recordarse al maestro Adolfo Guzmán –-nacido el 13 de mayo de 1920 --, excepcional también en el campo de la orquestación, de muy alto nivel técnico y cultural.
Cualquier estudioso de la música, u otra persona que por simple interés quiera adentrarse en la vida de Adolfo Guzmán, comprobará su impresionante vida musical a partir de la década de 1930-1940, hasta su fallecimiento, el 30 de julio de 1976.
Aquel joven, que con 16 años se había graduado en el Conservatorio Falcón, para después estudiar armonía y composición, incursionó en diferentes géneros de la música, acompañando, inclusive, a cantantes de tangos, convirtiéndose en un gran cultor de la música rioplatense en Cuba. Precisamente, Guzmán se inició como profesional en el conjunto argentino Los Románticos Gauchos, donde ejerció como pianista y director.
La inmensa mayoría de su música fueron canciones, cultivando el romanticismo en los boleros, todos convertidos en piezas clásicas del cancionero cubano. Sin llegar a componer música lírica, los cantantes de ese género incluían en su repertorio canciones de Guzmán.
Una de sus cualidades personales fue su carácter afable, acompañado de un humor muy particular capaz de irradiar alegría a cuantos le rodeaban. No pocos valores de la música cubana recibieron los conocimientos avanzados de Guzmán, los que siempre supo compartir, sin interés mezquino alguno. Emblemático como músico, fue un maestro de generaciones. Por ello, al analizar sus canciones no sólo constatamos su línea romántica, sino la belleza de sus textos, tan delicados como poéticos. No fue de los que con fama y respeto bien ganados se alejó de los valores estéticos que siempre desarrolló. Nunca hizo concesiones a lo banal en la música, a la reiteración innecesaria en los textos y mucho menos a los estribillos.
Entre 1944 y 1968, Guzmán asumió varias responsabilidades, siendo las más importantes, la de Director de las orquestas del cabaret Montmartre y de los teatros Campoamor y Warner (hoy cine Yara), a la vez que dirigió la orquesta Riverside y realizó las orquestaciones para grandes figuras de la música como Jorge Negrete y Tito Guizar, que se presentaron en Cuba. Como arreglista se le considera de innovador al introducir en la música conceptos modernos.
Como creador, ocupa uno de los sitiales más altos de la cancionística cubana. Desde que compuso en 1938 su canción Sin saber por qué y la última, He perdido la fe, en 1971, aparecen en su extensa autoría, piezas musicales que serán eternas, que son o serán cantadas o bailadas por generaciones actuales y futuras de cubanos. Son las más famosas: No puedo ser feliz –interpretada magistralmente por Bola de Nieve--, Profecía, No es posible querer tanto, Es tan fácil mentir y Te espero en la eternidad.
Distintas emisoras de radio contaron con la presencia de Guzmán. En su intensa trayectoria laboral-musical aparece la RHC Cadena Azul, CMW Cadena Roja, la CMQ y la emisora Mil Diez, en la que fue director musical.
También, el paso de Guzmán por la televisión dejó huellas indelebles. No sólo por el hecho de haber sido director de la Orquesta del ICRT, desde 1969, sino por haberse mantenido como pianista y acompañante de esa gran diva de la canción cubana que es Esther Borja, en el programa Álbum de Cuba. Juntos estuvieron en ese espacio musical desde su inicio hasta su desaparición, durante 25 años.
Cuca Rivero, esa excelente exponente de la cultura cubana quien por muchos años compartió experiencias musicales con Adolfo Guzmán, sobre todo cuando ella tenía la dirección del Coro del ICRT, nos sintetizó sus recuerdos de Guzmán con estas precisas valoraciones: “Un músico superior, excelente como persona y familiarmente, muy querido, de gran sensibilidad con los problemas ajenos”.
Incuestionable fue la autoridad y el prestigio de Guzmán entre los autores musicales, lo que hizo que desde el 4 de agosto de 1960, hasta su fallecimiento, fuera el Presidente del Instituto Cubano de Derechos Musicales.
El maestro Rey Montesinos, quien desde el año 1973 compartió sus labores como director de la Orquesta del ICRT con Adolfo Guzmán, nos dice que éste fue un pianista excepcional, capaz de tocar las polonesas de Chopin con mucha facilidad al igual que acompañaba a cualquier cantante a la perfección sin ensayos previos.
Sin lugar a dudas, la música de Adolfo Guzmán siempre respondió a una estética digna de admirar, pues nunca se apartó de nuestra identidad nacional.
Temas01. Amar, vivir (Beatriz Márquez)
02. Cuando me llega a la imaginación (Yo, tú, él y ella)
03. Tonada y feeling para un caminante (Sara González)
04. Guarda (Aymara) (Marucha)
05. Mi tambor y yo (Miguelito Cuní & Félix Chapottín)
06. En la tierra, en las espigas (Amaury Pérez & Grupo Síntesis)
07. Para ser quien soy (Mayra Caridad Valdés)
08. Canción de este tiempo (Gustavo Felipe Remedios)
09. Amanecer de una verdad (Los Modernistas)
10. Manantial de inspiración (Pedro Gómez & Orquesta de Música Moderna de S.C.)
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