domingo, 3 de septiembre de 2017

Egberto Gismonti - 1972 - Agua & vinho



Egberto Gismonti - 1972 - Agua & vinho


Agua e vinho es el cuarto álbum de Egberto Gismonti (1947-) y el primero realizado con EMI-Odeon, en 1972. Gismonti continúa haciendo MPB (música popular brasileña) poniendo énfasis en lo instrumental. De este disco destacan «Ano zero» y el homónimo «Agua e vinho», dos canciones que posteriormente se transformarían en temas para piano solo. Este último sería grabado por el músico argentino Pedro Aznar (1959-) en su disco Aznar canta Brasil de 2005.

Créditos

Egberto Gismonti (voz, piano, piano eléctrico, órgano, bajo, batería, percusión & guitarra acústica)
Dulce Nunes (voz)
Novelli (bajo)
João Palma (batería)
Piry Reis (guitarra acústica)
Peter Dauelsberg (violonchelo)
Roberto Silva (batería & percusión)
Paulo Moura (saxo & clarinete)
Orquesta de cuerdas dirigida por Mario Tavares

Grabación : Río de Janeiro (Brasil), noviembre de 1972
Duración : 30:50
Sello : EMI-Odeon (SMOFB 3746)

La renovación es una palabra que siempre está de moda porque cada vez que un modelo se muestra desgastado, la sociedad pide que nuevas alternativas sean creadas a fin de buscar nuevos caminos hasta encontrar, digamos, el punto ideal. Esto es muy común en la política y en la mayoría de los casos lo que era una esperanza renovadora se transforma en pesadilla terrible y de consecuencias desastrosas, es lo que estamos viviendo actualmente, un proceso continuo de desesperanza en las instituciones políticas y en sus protagonistas, desde el presidente hasta aquellos que se dicen "representantes del pueblo". Con todo, como dice el poeta, la esperanza es la última que muere, en Brasil ella ya hace mucho agoniza en una UTI y las perspectivas de supervivencia son mínimas, pero en fin, sin redundancia, mientras hay esperanza hay vida, vamos por lo tanto, a seguir adelante.

Los renovadores, sin embargo, no ocurren o intentan camufladamente ocurrir sólo en la política, sino en todos las áreas, principalmente en las artes; veamos por ejemplo las diversas escuelas de pintura que se formaron a lo largo del siglo XX, las tendencias literarias, la estética arquitectural y la música. Esta última principalmente en Brasil a partir de la segunda mitad de la década de cincuenta será totalmente renovada y como consecuencia va a guiar los rumbos de nuestra canción popular durante todo el período siguiente, y es justamente en los años sesenta que va a enfrentar nuevas batallas modernizadoras con "tropicália bananas" al viento de innumerables protestas en una gran fiesta de burla que sacudirá al país revelando y ampliando los conceptos de lo que se proyecta como un modelo de nacionalidad, plural, rica y contradictoria.

En los años que siguieron al "grande barato" de los sesenta nuestro cielo de añil fue iluminado con el ufanismo del yo te amo mi Brasil, disfrazado con retazos de satén, estimulado al crecimiento demográfico con el "pare de tomar la píldora", "arrombando" la fiesta y provocando todo el clímax del período con una reanudación nostálgica de un tiempo aún vivo buscado en los ideales paternos para justificar el vacío ideológico reinante, por lo que queríamos ser como nuestros padres o viviendo como un borracho y un equilibrista. En medio de todas esas desesperaciones / esperanzas la música se iba renovando pero manteniendo al mismo tiempo un tradicionalismo profundo, era necesario una ruptura, lenta, gradual e irrestricta, para no chocar a los puritanos bossanovistas / tropicalistas / jóvenesguardistas y breguistas de entonces, algo necesitado se hizo, y alguien lo estaba haciendo con mucha competencia, madurando el estilo, conservando un cierto academicismo musical y literario, pero renovando la estética de nuestra canción y que daría el toque diferencial de los años setenta. Y en este caso que tratamos, es una de las más importantes de la historia de la música, de su popularidad y sí, la calidad y el talento, atributos que él tenía y tiene todavía de sobra.

A principios de los años setenta él ya era un artista conceptuado incluso en el exterior y su música renovadora fue bautizada de progresista mezclando el rigor académico con nuevas búsquedas sonoras y una inquietud creativa muy intensa. Arreglista, instrumentista, compositor e intérprete, en 1972 lanzó para Odeon su tercer disco Agua y vino y en ese trabajo le da caudal a su inquieta inventiva viajando por Brasil con un show homónimo basado en el repertorio del LP, marcando uno de los primeros intentos de llevar al público brasileño algunas concepciones de free-jazz realizando varios improvisaciones con innumerables instrumentos al mismo tiempo. El disco es el resultado de un trabajo extremadamente serio, no sólo en términos musicales, sino también técnicamente, recibiendo aplausos de la crítica y logrando un éxito popular más allá de las expectativas. La pista titulo Agua y vino es una composición de lenguaje romántico y moderno con letra de Geraldo Carneiro, socio más constante de Egberto Gismonti en esa ocasión provocando un clima de reflexión y relajación difíciles de definir.

Durante todo el disco podemos percibir el virtuosismo de Egberto en el piano, así como la belleza de sus composiciones y arreglos, notablemente en Año cero, uno de los puntos máximos del trabajo en que la fusión de percusión, lirismo y orquesta se completa de modo brillante, donde lo bello es permanente y profundo. Federico sigue en el mismo clima lírico / reflexivo y en Ventanas de oro tenemos la fusión del free-jazz con elementos "percussivos do baião". El disco concluye una fase importante de la carrera de Egberto Gismonti que daría saltos cada vez más innovadores en su estética musical, sin embargo, es un trabajo que rompe con un modelo musical ya enraizado trayendo un patrón estilístico que maduraría y sería responsable por los nuevos caminos conceptuales que la música popular iba a influir en una nueva generación de compositores.

Agua y vino no es sólo un disco para oír, tiene que sentirlo, comprenderlo en plenitud, apreciarlo en sus minucias, pues allí esta Brasil renovado, en fin es una obra maestra del arte musical brasileño donde nuestra raíz se hace presente en todos los sentidos, por lo que tal vez en el inconsciente del artista no haya sido mera coincidencia finalizar el LP con "Mulher rendeira", una de nuestras más tradicionales canciones en un arreglo audaz y definitivo.
Luiz Américo Lisboa Junior
Itabuna 8 de febrero del 2006



+ info :

Egberto Gismonti (arreglos)
Geraldo Carneiro (producción)
LP (1972) / CD (1988)

Temas

01. Ano zero [3:17] (Egberto Gismonti/Geraldo Carneiro)
02. Federico [3:27] (Egberto Gismonti/João Carlos Pádua)
03. Janela de ouro [3:40]
04. Vila Rica 1720 [1:50] (Egberto Gismonti/Geraldo Carneiro)
05. Pr'um samba [3:03]
06. Água & vinho [2:16] (Egberto Gismonti/Geraldo Carneiro)
07. Volante [4:07] (Egberto Gismonti/Geraldo Carneiro)
08. Eterna [3:51]
09. Tango [3:04] (Egberto Gismonti/Geraldo Carneiro)
10. Mulher rendeira [1:56] (Zé do Norte)

Participación especial : Dulce Nunes en #01, #06 y #10

Autor de todos los temas : Egberto Gismonti, salvo donde se indica

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